miércoles, 30 de marzo de 2011

La Familia: El Sueño De Dios.

El sueño de Dios es una FAMILIA unida en amor, para siempre.
El sueño de Dios cuando creó al hombre y la mujer  a su imagen y semejanza y les dio la capacidad de reproducirse en la misma especie, queda absolutamente claro: EL quería tener una familia, una gran familia alrededor de todo el mundo.
Igualmente una familia comienza por medio del matrimonio de un hombre y una mujer, y comienza con un sueño: el sueño de amar y ser amado, de vivir una vida juntos, trabajar, tener hijos, disfrutar de todas las cosas buenas de la vida, enfrentar las circunstancias de la vida juntos y terminar viejitos amándose y felices.
Este es el sueño de Dios y es también el sueño de las parejas al comenzar la relación. Pero lamentablemente  a-través de la vida, este sueño enfrenta muchos obstáculos y muchos se desaniman, no saben como superar los obstáculos, y pierden el sueño. Se dan por vencidos en algún momento de la vida del matrimonio. Y la principal razón por la que se dan por vencidos y abandonan el sueño que un día los unió, es porque no saben como manejar los conflictos, no buscan ayuda adecuada a tiempo y se desesperan.
Gen 1:27-28: Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Los bendijo Dios y les dijo: «Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra
Como es un sueño primeramente de Dios, EL estableció las reglas sobre las cuales debe funcionar. Y quienes siguen las instrucciones de Dios, alcanzan un matrimonio saludable y una familia estable y feliz. Es una rebeldía tratar de manejar el matrimonio a la manera de cada quién. Dios ya dejó escrito lo que funciona y como funciona. EL nos diseñó y EL sabe perfectamente como funcionamos. Por lo tanto si queremos que nuestros matrimonios funcionen, tenemos que hacerlo a la manera de Dios!
Como todo sueño, para que se haga realidad, debe de tener una Visión, una Misión. La Visión la aporta Dios como diseñador y creador de la raza humana. La misión la desarrollamos cada pareja, siguiendo la visión de Dios y con una importante cuota de Trabajo, Esfuerzo, Capacitación y una Actitud sabia y correcta.
Todo sueño pasa pruebas. Y tenemos que entender que esto es normal. Y tenemos que entender sobre todo que en los tiempos de pruebas es cuando más debemos unirnos los esposos, orando juntos, asistiendo a la Iglesia regularmente, buscando la ayuda correcta en el momento oportuno.
Nunca permitas que nada ni nadie te robe tu más preciado sueño: tener una familia saludable. No permitas que el orgullo y el egoísmo te roben el sueño de disfrutar de una familia estable. Nunca permitas que el enojo y el resentimiento destruyan tu sueño más preciado. No dejes que el pasado destruya este sueño familiar!

Si has perdido fuerzas para luchar por tu matrimonio, hoy te exhortamos a que no te rindas jamás. Nunca abandones el sueño de Dios y tu sueño de tener una familia saludable. Si has flaqueado, levántate hoy con nuevas fuerzas, clama al Señor por fortaleza y sabiduría y trabaja fuerte por la sanidad y restauración total de tu matrimonio y tu familia. Luego pídele perdón a tu cónyuge por haber considerado la opción del rompimiento como una opción normal. Oren juntos y tomen la decisión de luchar por su matrimonio con las fuerzas y las herramientas del Señor. Y oren para que este sueño de Dios impacte sus vidas.
Tomado de: www.libresparaamar.org

¿CÓMO PUEDO SABER SI ESTOY ENAMORADO?

“Nuestra naturaleza humana nos indica que el amor no es más que una emoción. Hacemos decisiones basados en nuestras emociones, y aún nos casamos porque nos sentimos ?enamorados?. Esta es la razón por la que la mitad de todos los primeros matrimonios terminan en divorcio. La Biblia nos enseña que el verdadero amor no es una emoción que pueda ir y venir, sino una decisión. No debemos amar solo a quienes nos aman, sino que debemos amar aún a aquellos que nos odian, de la misma manera en que Cristo ama a los ingratos y malos (Lucas 6:35). ?
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no es indecoroso, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta? (1 Corintios 13:4-7). Puede ser muy fácil enamorarse de alguien, pero hay algunas peguntas que debes hacerte a ti mismo antes de decidir si tu ?radar del amor? te está guiando en la dirección correcta.
Primero, ¿esta persona es cristiana?, queriendo decir con eso que si ¿le entregó su vida a Cristo y confió únicamente en Él para su salvación?. También, si alguien está considerando entregar su corazón y emociones a una persona, deben preguntarse a sí mismo si ¿están dispuestos a poner a esa persona por encima de la demás gente, y poner la relación, una vez casados, en segundo lugar sólo después de Dios? La Biblia nos dice que cuando dos personas se casan, se convierten en una sola carne (Génesis 2:24; Mateo 19:5).
Otra cosa que uno debe considerar es, si esa persona es un buen candidato para convertirse en la posible pareja. ¿Ha puesto ya a Dios como lo primero y más importante en su vida? ¿Está dispuesto(a) a dar su tiempo y energía para ayudar a que la relación y quizá el matrimonio dure para toda la vida? ¿Es alguien que querría casarse? No existe una medidor para determinar cuando estamos enamorados de alguien, pero es importante discernir si estamos siguiendo nuestras primitivas emociones o siguiendo la voluntad de Dios para nuestras vidas.”